Quizas este canadiense sea el Dios en vida del rockabilly, yo realmente no sabia de su existencia, lo cierto es que este muchacho solo, con un bombo y un hihat, mas la multiplicidad de voces que es capaz de ir cambiando en la misma frase, hicieron delirar a todo el publico. Hacer pogo furioso viendo a un tipo sentado, con una guitarra, un flequillo largo, dejando todo en el escenario, fue algo natural en esa noche, en la que publico y artista se fundieron mas de una vez (ver video). Uno de los shows mas calientes que he visto aqui en Bordeaux. Excelente.
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